30... EN LAS GILI

Como ya notábamos la calorcita, teníamos mono de playita...y habíamos escuchado hablar muy bien de las Gili, unas islas al norte de Lombok de ensueño. Playas blancas con jardines de coral donde habitan miles de peces de colores y enormes tortugas...Y en estas islas no ha llegado la motorización, no circulan coches ni scotters por ellas. Aquí el transporte es con carro y caballo. Así que nos moriamos de ganas por llegar...

Nuestra primera parada ha sido Gili Trawangan, la más grande de las tres Gili y la conocida como la más marchera...Y nada más llegar nos quedamos maravillados con sus aguas y aún no habíamos deshecho la mochila y ya teníamos la máscara y el tubo en las manos para empezar a descubrir ese fondo marino. Y desde el primer momento ya hemos visto nuestras primeras tortugas..uff, alucinane!.

 

 

 

 

Y que mejor que cumplir años en el paraiso...Raquel ha querido cambiar de década en esta isla, donde podría celebrar todos los cumpleaños siguientes jejeje. Ese día al atardecer, (después de todo un día de buceo por las 3 Gili) cogimos un carro con caballo para que nos llevara al mejor punto de la isla donde observar el atardecer. Y que sorpresa para Raquel que Victor le había encargado un pastel que nos comeríamos en la playa, y podría soplar sus 30. Un cumpleaños que Raquel nunca podrá olvidar...

Por la noche, después de cenar, fuimos a tomar unas copas y a bailar un rato, que hace mucho que no practicábamos este deporte. Pero la Trawangan aunque se diga que es isla de fiesta, realmente no hay tanta, y sólo encontremos un pequeño grupo que tocaba en directo, por cierto muy bien, y allí pasemos la noche, bailoteando y tomando algo.

 

 

 

 

 

Nos cambiamos de Gili y vamos a Gili Meno. La más pequeña de las 3 y la más tranquila, donde poder relajarnos y vivir a lo Robinson Crusoe en una cabaña encima de la playa. Tranquilidad y buen pescadito fresco...pero no fue tan así jejej porque los lugareños nos empezaron a enseñar tierras y se nos encendió la bombilla. Estuvimos  a punto de comprar una tierra donde montaríamos nuestros propios bungalows. El terreno en esta isla aún es barato y construir unos preciosos bungalows no te resulta tan caro. Pero comprar una tierra en Indonesia para un extranjero es complicado y realmente estuvimos a punto, pero si lo haciamos acababa aquí nuestro viaje, además de los riesgos que conlleva y no estamos dispuestos, de momento, a colgar nuestra mochila. Así que puede ser que en un futuro aparezcamos de nuevo en esta isla por negocios, pero ahora nos vamos para Komodo, Rinca y Flores.

MIRAR LO QUE SE ESCONDE DETRÁS DE NUESTRA MOSQUITERA...

 

Si hay algo que tengan las Gili en común es que cuesta mucho, mucho abandonarlas...