Este país es para ir con los ojos bien abiertos. Los paisajes que tienes a tu alcance son de una belleza máxima. La carretera transcurre entre prados, montañas, valles, lagos, glaciares, playas, granjas...todo lo que te puedes imaginar y más. La conducción se hace muy amena a la vista.
Teníamos alguna duda en que esta época fuera buena para conocer este lugar...pero con el colorido de estos paisajes que deja el otoño, nos hemos dado cuenta que hemos acertado. Lo único que necesitamos es una buena chaqueta y un poco de calorcito por la noche.
Una parte de la carretera 1 es conocida como la ruta 66 de Nueva Zelanda. En ella te encuentras muchos bares al puro estilo "yanqui" y muchos moteros con sus Harley's (nos encanta!).
En ruta ves miles de ovejas y vacas y en algunos sitios puedes encontrar incluso yamas.
Hay un tramo de la ruta que transcurre entre calas que nos recuerda mucho a nuestra costa brava. Son espectaculares sus playas y la vista que ofrece este tramo de la carretera.
La ruta pasa por delante de las Pancake Rocks. Estas formaciones rocosas siguen siendo un misterio para los geólogos, que tan solo saben que brotaron del suelo en un momento de la historia. Es una parada obligatoria en esta ruta
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Creemos que hemos visto al "kiwi" en libertad, el animal por excelencia de Nueva Zelanda. Pero no estamos seguros...Una noche al aparcar nuestra caravana al lado de un lago nos topemos con él. Y ahí queda la imagen para los expertos....jejeje. A ver si alguien sabe si es un kiwi o no...
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